domingo, 2 de marzo de 2008

Las dos reglas de medir


Todo en la vida es dual. Todo.

Creo que ya he hablado de eso en algún post. Hoy haré referencia a las reglas con que se miden las cosas.

Hay quienes miden mis actos con una regla lo suficientemente estrecha, que no utilizan para aquellos que seguramente, les han provocado más perjuicios, más quebraderos de cabeza o más lagrimas.

Esa misma regla, tiene la asombrosa capacidad de variar de modo que un mismo acto realizado por dos personas distintas se mide de diferente manera también.

Y por ende esa regla es tan sumamente rígida, que olvida, que pudiendo las reglas de los demás haber medido tan estrechamente que podía haber hecho desaparecer el objeto a medir, lo ha obviado.


Si pusieramos en una balanza de daños y perjuicios, la palabra "veleidoso" en un platillo, y en otra las continuas muestras antojadizas de no prestar atención a alguien, pesaría sin duda esta última, pero por una sencilla razón. En el primer plato hay una definición de una persona, tal y como es, la cual puede variar cambiando de actitud. En el segundo hay un histórico de hechos pasados, grabados a fuego sobre una piel, que ha hecho mella.


Así que la próxima vez, que pidas una definición de tí mismo, acepta antes de nada el reto de asumir que lo que te vayan a contestar, no sea precisamente un diccionario de adjetivos que alimenten tu ego, y empieza a valorar la sinceridad, de las personas que tienes cerca de tí.


Mrgreen